jueves, 7 de julio de 2011

Carga Pesada

Pensaste en lo que podías provocar acumulando tanto, pero no supiste hasta donde ibas a llegar. Nunca imaginaste que un día, todos iban a despertar.

Uno a uno, lentamente.

Tuviste la oportunidad de hacerlo bien. Cuando la locura necia de los aduladores te tomó, miraste a ese vecino poderoso y te viste reflejado, soñaste con ser como él. La tentación y la codicia te vencieron. Le pediste a tu familia que te apoyara porque sabias que no te iban a dejar solo, pero no mediste a donde los llevabas. Que hubiera pasado si cuando tenías quince y sentías la necesidad de hacer cosas por los demás te hubieran dicho que ibas a ser esto en lo que te convertiste. Soñaste con ser un líder, pero no era parte del sueño ser uno más de esos con la voz llena de pus que tanta bronca te provocaban. Haber sido parte de la lucha más bella de libertad e igualdad te hizo sentir que tenías derecho a todo, pero los que te miraron siempre con admiración empezaron a pensar.

Como hubiera sido el desenlace si te hubieras dado cuenta que el exhorto fue de todos nosotros y no de una justicia absurda regida por los mismos hombres que te abrazaron y apañaron. Que camino hubieses elegido si la firma de ese papel hubiese sido la de tu hijo, al que no lo dejaste ser lo que siempre soñaste, a ese que criaste en la cuna que toda tu vida quisiste quemar.

No escuchaste. No te escuchaste. Estabas ahí, vivo, detrás de esa máscara de dinero y poder. Pudo haber sido diferente.

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